Como ya dije en la entrada
del 8 de diciembre, se ha celebrado el pasado día 14 en Sevilla un acto
de homenaje a Leopoldo Panero en su aniversario. El Centro Cívico
"El Tejar del Mellizo" se convirtió, más que
nada, en un espacio para la revancha y la reivindicación de los
escritores franquistas: el mismo centro había sido objeto de una
alevosía cuando la delegada de Participación Ciudadana del
Ayuntamiento denegó el 6 de octubre ese local para un acto
similar dedicado a Agustín de Foxá, alegando la vinculación del
escritor madrileño con la ultraderecha. Para esta ocasión,
afortunadamente se rectificó y esto fue motivo de recuerdo por el
ponente y el presentador. El acto comenzó con unas palabras del poeta
sevillano Aquilino Duque
pronunciadas por Javier Compás (asociación Cultural ADEMAN) y la charla
estuvo a cargo del escritor peruano afincado en Sevilla Fernando Iwasaki.
Iwasaki
no aportó, según mi opinión, ninguna novedad en el análisis de la
poesía de Panero, sin embargo, su dicción fue maravillosa, se nota
oficio en estos quehaceres al hispanoamericano y recitando poesía esto
es fundamental. Se centró, Iwasaki, en la vinculación entre Panero y
su paisano César Vallejo, más bien en la filiación del leonés respecto
al peruano; me pareció que la relación estaba traída por los pelos e
intentaba, sobre todo, compensar la imagan ideológica de Panero con
referencias izquierdistas; en este sentido, también se recordaron
sus veleidades comunistas juveniles, su casi fusilamiento por las
tropas nacionales al comienzo de la guerra civil y la relación que
mantuvo en Londres, ya asentado en el régimen franquista, con Luis
Cernuda. Me parece que esto responde a un complejo ideológico:
Panero fue de derechas, sí, ¿y qué?, su poesía se centra en motivos
clásico-tradicionales (familia, paisaje y Dios), sí, ¿y qué? Creo que
no es necesario compensarlo con otros elementos
contrarios porque en sí mismo no tiene nada de negativo.
Me gustó, sin embargo, la seriedad que se le dio al acto (no quiero
recordar lo que supuso un encuentro literario dedicado a Stanisław
Lem no hace mucho en Sevilla). Fue muy agradable, en
definitiva, recordar a Panero y percibir que todavía hay lectores
interesados en este gran poeta.
2010 será el año de Miguel Hernández.
Le dedicaré alguna entrada a buen seguro, sin embargo, me duele que el
recuerdo de Panero no haya supuesto ni siquiera una sombra de lo
que parece que se va a convertir el año del malogrado poeta alicantino,
¡si hasta una etapa de la vuelta ciclista empezará en Orihuela en su
honor! Los dos eran coétanos, miembros de la misma generación
y Leopoldo Panero no es inferior a Miguel Hernández (¿se me permite
decir que lo contrario?).
8 comentarios:
Como recuerdas en tu entrada, si a Panero le hubieran fusilado al comienzo de la guerra, este año habría habido vuelta ciclista en Astorga. Unos fueron silenciados durante cuarenta años y otros no. Habrá que esperar unas décadas más porque aún perviven dolorosos recuerdos (poetas que no están donde debieran, da igual dónde caves: qué enigma más bueno). Pero lo peor de todo, me temo, es que a la mayoría de la gente le da igual la poesía: ni Hernández, ni Panero, excepto para aniversarios que produzcan subvenciones.
Para echarse a llorar.
No hubiera estado mal una etapa de la vuelta en Astorga, y de montaña, por el Valle del Silencio, ése mismo en el que está sumido Panero. A la gente, le da igual la poesía, es verdad, menos mal que hay algunos que resistimos.
Saludos.
Panero es grande pero tiene mucho de oculto, está condenado a ser una parte esquiva, algo incómoda... Y es una auténtica lástima, la verdad!
Ibán, "grande,oculto, condenado, esquiva, incómoda..." Buenos adjetivos para definir a Panero. Saludos.
Pues lo de Miguel Hernández acaba de empezar. Luis se ha hecho con una antología chulísima. Supongo que será la primera de muchas. Unos tanto y otros tan poco. Como diece Licantropunk, aquí lo que interesa es pillar la subvención. Ya verás la de conferencias, exposiciones y demás zarandajas que nos llueven.
Habrá que aguantar el chaparrón.
Saludos.
Suntzu, aguantaremos como podamos: el poeta se lo merece, aunque de la misma manera otros...
Saludos.
Gracias por la crónica, que leo ahora. Lástima que Aquilino se cayera del cartel.
No supe que pasó con lo de Stanisław Lem ¿la prohibieron como la de Foxá? No lo creo.
.
Alfaraz, sí fue una lástima la ausencia de Aquilino Luque, al menos tuvimos sus palabras. Lem no fue prohibido, aunque como luchador anticomunista también tenía sus papeletas. Saludos.
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